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8 ideas para renovar el ‘look’ de tu casa

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IEl verano es la mejor época del año para realizar reformas. Aunque pasar parte de las vacaciones metido en obras no parece, a priori, el mejor plan, cambiarás de opinión cuando veas qué te proponemos. Todas ellas tienen en común que se realizan en poco tiempo y que no necesitas maquinas o equipos especiales. Con ellas renovarás el look de casa sin darte cuenta. ¡Anímate!

Con estas ideas renovarás el look de casa sin darte cuenta. ¡Anímate!

1. Aplica una mano de pintura. Pintar la casa uno mismo no es complicado y supone un ahorro de hasta el 70% si se compara con el coste de encargárselo a un profesional.

Elige tonos claros, que potencian la luminosidad de una estancia, la amplían visualmente y son más fáciles de aplicar. Antes de ponerte a pintar, pruébalos en una o varias paredes para valorarlos una vez secos en distintos momentos del día.

La pintura plástica es la más indicada para techos y paredes. Elígela con un buen poder de cubrición –las hay monocapa, que te ahorrarán tiempo y esfuerzo– y calcula que, en términos generales, un litro suele servir para unos 20 metros cuadrados.

 

2. Recurre al papel pintado… Las propuestas más innovadoras abarcan texturas de aire industrial: ladrillo, hormigón, acero, etc.

Para facilitar la colocación, elige un papel con base de tejido no-tejido, que se coloca encolando solo la pared lo que te ahorra poner adhesivo en las tiras. Ten en cuenta que los estampados más pequeños son más fáciles de cuadrar a la hora de fijarlos a la pared.

3. O a una gran foto para la pared. El impacto estético del XXL es innegable. Se presentan en tiras como las del papel pintado que forman la imagen completa, por lo que su colocación es relativamente sencilla.

4. ¿Qué tal un vinilo decorativo? Su colocación autoadhesiva los hace muy cómodos de usar sin necesidad de ninguna herramienta y solo requieren que la pared sobre la que se apliquen sea lisa y esté libre de polvo y grasa. Con ellos puedes decorar paneles completos, muebles y cualquier tipo de superficie. Y, cuando te canses de ellos, se eliminan con facilidad y no dejan marcas.

5. Renueva los muebles. ¿Quieres cambiar tus muebles de siempre? Cambia su acabado. Las pátinas en tonos blancos y grises –realizadas con pinturas acrílicas aclaradas con agua– son perfectas para aligerar las piezas más contundentes y de maderas oscuras.

6. Pon un suelo laminado. Puede colocarse sobre el pavimento anterior. Se instala con un sistema de ‘clic’ que constituye uno de sus principales atractivos, ya que ofrece la posibilidad de instalarlos uno mismo.
Disponible en todo tipo de acabados y con diseños que imitan todo tipo de maderas, cerámica o piedra, el suelo laminado sintético está disponible en un rango de precios muy amplio. En cuanto a las herramientas, habrá que hacerse con un kit de colocación de cuñas, las cuñas propiamente dichas –para dejar una junta de dilatación con la pared–, una base aislante para colocar bajo las lamas y accesorios como perfiles de remate y transición.

7. Cambia las persianas. Las persianas y los toldos resultan a veces pesados y difíciles de mover. Cualquier sistema de protección solar se puede motorizar instalando en ellos un pequeño mecanismo dentro del tubo en el que se enrolla la persiana, lo que permite accionarlos con interruptores –de instalación inalámbrica– o con un mando a distancia.

Existe una gran variedad de soluciones, desde las más sencillas que se instalan de forma independiente en cada persiana o toldo, hasta los sistemas centralizados, que permiten la programación de la apertura y cierre de cada uno de los elementos de la casa en función de su uso.
Si te decides por un sistema de este último tipo podrás incorporar funciones como la simulación de presencia –muy útil cuando nos vamos de vacaciones– o sensores de luz, agua o viento que abren o cierran los sistemas de protección según la cantidad de sol que perciben, en caso de lluvia o viento fuerte.

8. Recicla objetos. Unas viejas puertas o ventanas pueden convertirse en un original cabecero o el sobre de una mesa. Una maleta antigua o un baúl pueden servir de auxiliares en el salón o el recibidor; un archivador de oficina puede ser nuestro próximo y original especiero en la cocina.

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